La compañía, presidida por Ignacio Sánchez Galán, pretende invertir más de 75.000 millones de euros hasta 2025 en el desarrollo de proyectos de energías limpias y en la mejora de la red eléctrica del país. De esta cantidad, aproximadamente 14.000 millones de euros se destinarán a proyectos en España, con el objetivo de incrementar la capacidad instalada de energía renovable en un 50% para 2025.
Los nuevos proyectos incluyen la construcción de parques eólicos terrestres y marinos, plantas de energía solar fotovoltaica, hidroeléctricas y de almacenamiento de energía. Uno de los proyectos más destacados es el parque eólico marino de 1.000 MW en la costa de Galicia, que será el primero de su tipo en España y contribuirá a generar empleo en la región.
Iberdrola también tiene previsto invertir en tecnologías de almacenamiento de energía, como baterías de ion-litio y sistemas de bombeo por almacenamiento hidroeléctrico, para mejorar la estabilidad de la red eléctrica y garantizar un suministro constante de energía a sus clientes. Además, la compañía ha firmado un acuerdo con la empresa danesa Vestas para el suministro de turbinas eólicas de última generación en sus futuros proyectos.
En el marco de la transición energética, Iberdrola se ha comprometido a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en un 86% para 2025, en comparación con los niveles de 2000. La compañía también planea cerrar todas sus centrales térmicas de carbón en España antes de 2023 y aumentar el porcentaje de energía procedente de fuentes renovables hasta el 80% para 2030.
La apuesta de Iberdrola por las energías limpias se enmarca en el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) de España, que establece metas ambiciosas para el sector energético en los próximos años, incluida la reducción de las emisiones de CO2 en un 23% para 2030 y la generación del 74% de la energía eléctrica a partir de fuentes renovables en el mismo periodo.
Estas inversiones y proyectos no solo permitirán a Iberdrola cumplir con sus objetivos medioambientales y de descarbonización, sino que también crearán empleo, especialmente en áreas rurales y en sectores relacionados con la energía verde. Se estima que estos proyectos generarán aproximadamente 20.000 puestos de trabajo directos e indirectos durante su construcción y operación.
Con estas iniciativas, Iberdrola reafirma su compromiso con el medio ambiente y la transición energética en España , posicionándose como un actor clave en el logro de los objetivos nacionales e internacionales de sostenibilidad y lucha contra el cambio climático.
Además de su enfoque en la transición energética en España, Iberdrola también está ampliando sus inversiones en otros países y regiones, incluidos Estados Unidos, Reino Unido, México y Brasil. La compañía ha anunciado recientemente la adquisición de una empresa de energía eólica en Polonia, lo que le permitirá ampliar su presencia en Europa Central y del Este.
Iberdrola también ha mostrado un interés creciente en el mercado de la movilidad eléctrica, y está llevando a cabo inversiones significativas en la expansión de la infraestructura de carga de vehículos eléctricos en España y otros países. La compañía planea instalar más de 150.000 puntos de carga públicos y privados en España para 2025, y ha establecido acuerdos con fabricantes de automóviles y empresas de transporte para impulsar la adopción de vehículos eléctricos.
En el ámbito de la innovación y la investigación, Iberdrola ha establecido colaboraciones con universidades, centros de investigación y empresas tecnológicas para desarrollar soluciones avanzadas en el campo de las energías renovables, la eficiencia energética y la digitalización del sector eléctrico. Algunas de las áreas de investigación incluyen el uso de inteligencia artificial, el análisis de big data y la tecnología blockchain para optimizar la producción y el consumo de energía, así como la integración de las energías renovables en la red eléctrica.
Con su enfoque estratégico en la transición energética y la inversión en proyectos de energía renovable a nivel nacional e internacional, Iberdrola se consolida como una de las principales empresas de energía limpia del mundo y un referente en la lucha contra el cambio climático. A medida que el mundo enfrenta desafíos sin precedentes en términos de medio ambiente y sostenibilidad, el papel de compañías como Iberdrola en la promoción de soluciones innovadoras y sostenibles será cada vez más importante en los próximos años.